Miguel Angel Torres.

Bueno, empecemos diciendo que es una de las mejores personas que he podido conocer y que nunca me voy a arrepentir de haberlo hecho, que no le conozco mucho pero me ha ayudado más que nadie, que es una amor de persona, en la que se puede confiar, está a mi lado día si y día también, y eso se agradece. Quiero darle las gracias por todo lo que ha hecho por mi, por haberme sacado sonrisas hasta de debajo de las piedras, por haberme apoyado en muchas cosas, por haberme animado, por haberme perdonado tantas cosas, y que joder, más de uno, os lo aseguro querríais tenerle en vuestra vida, que es perfecto tal y como es, y que no cambie nunca. Te quiero.

20 de enero de 2013.

Un día como cualquier otro, así, de repente, te das cuenta de que las cosas han cambiado; te estás enamorando de la persona que no sabes todo el daño que te hará a lo largo del tiempo, y te vas dando cuenta de que quién decía quererte, rompen sus promesas y se van, que quién decía que estaría a tu lado para todo lo que hiciese falta, en los malos momentos desaparece, y te das cuenta de que a medida que pasa el tiempo, se te va olvidando lo que es la felicidad. Te levantas por las mañanas pensando en la persona a la que quieres y te acuestas por las noches de la misma forma, sigo pensando en que no, no lo tengo, pero que hay que levantarse y seguir luchando por él, porque se le quiere como a nada en este puto universo, pase lo que pase he seguido esperándolo todo este tiempo, ¿y para qué? No lo sé. Supongo que es simplemente porque no veo una vida en la que no esté a su lado, que eso no encaja en mis esquemas y no entra en mi cabeza, a pesar de que me deje muy claro que le da igual si río o lloro, porque no me quiere, pero quién quiere de verdad a alguien, sigue luchando por sacarle esa sonrisa que tanto te gusta y sigue luchando por verle feliz, a pesar de que yo no lo esté. La gente no lo comprende, no ve que cuando lo miro siento que el resto del mundo me da igual, pero ¿lo peor?, que a él le importa una mierda, pero pasan los meses y yo, cada puto día que pasa, le quiera más y, en realidad ¿para qué? Llega un momento en el que, después de tanto tiempo que he escuchado ese típico ‘pasa de él, no te merece’, pensaba ‘la que no le merece soy yo’. Pero pasa, que en ese momento en el que me doy cuenta de que tengo que dejar de luchar, porque ya han sido suficientes días llegando a mi casa y echándome a llorar, vuelvo a pensar en él. Porque por mucho que te digan los demás, uno no se rinde hasta que su corazón no se lo diga, hasta que pasa algo que de un día para otro te hace cambiar y, no le dejas de querer, y nunca lo vas a olvidar, pero ya no serías capaz de dar todo lo que eras capaz  de dar por él hasta ahora, porque el amor no tiene por qué acabarse, pero si la vida no nos quiere juntos, simplemente puede que ese amor no empiece, al menos no para los dos. Y ahora mismo, no pienso que ha sido tiempo perdido, porque ha sido al único por el que he sentido tanto, y que si las cosas cambian es porque pasan cosas que te hacen cambiar, y no solo lo que le dices a la gente de ‘ya paso, llevo demasiado tiempo pasándolo mal’. No, no es sólo eso, pero ¿qué vas a decir si no? Una prefiere callarse y esperar a ver si le vas a dejar de querer, o si le vas a seguir queriendo, porque con todo lo ocurrido, estás en ese punto de ‘le quiero, pero no puedo más’, y miras unos meses atrás y te das cuenta de que ahí, solo estaba empezando a fijarme un poco en él; pensando que era guapo y ese tipo de cosas, y entonces te ves a ti, y ahora, que después de más de 3 meses, ahora es cuando he empezado a dudar si seguir luchando o rendirme, porque ves que las cosas ya no son iguales, ves que después de todo lo que he sido capaz de dar por él, se va, y que puede que lo mejor sea eso, dejarlo marchar y esperar que el tiempo cure el dolor que me ha dejado, aunque no va a desaparecer, siempre quedará la marca. Y habrá que esperar, pensando que puede que lo mejor sea eso, y que a lo mejor, solo a lo mejor, no estabamos hechos para estar juntos, aunque eso no me lo crea ni yo, pero a pesar de todo lo  que intente razonar para que esto no me haga tanto daño, yo, en el fondo sé que nadie le va a querer como yo le he querido, porque todo lo que yo he pasado por él y por quererle, no hay persona que lo sepa, y llegará un día en el que encuentre a la persona correcta, pero ¿quererle tanto como le he querido a él? Nunca. Y que ojalá que él sea feliz, porque yo, no le voy a olvidar nunca. 

Un siempre se queda corto con vosotras.

Empiezo diciendo que son las mejores, que día tras día han estado ahí, apoyándome, ayudándome a seguir adelante, sin importarles las consecuencias que eso podría llevar acabo, sí, lo admito, no las conozco muchísimo, ni las conocí hace años, pero os puedo asegurar que son lo mejor que me han pasado en la vida. Que no me hace falta pasar años con ellas para darme cuenta de que más de uno querría tenerlas, que os juro que ellas me han demostrado en meses lo que nadie puede demostrar en años, que no podría agradecerles ni en millones de años todo lo que han echo por mi, que cada día que pasa puedo decir que las quiero más y más, y que no las cambiaría por nada del mundo. Que las sonrisas que me sacan ellas no me las saca nadie, que son únicas, joder, y que las quiero como a ninguna. Os puedo decir, que estas niñas son las que hacen que cada día me levante y me acueste con una sonrisa, acordándome de los momentos que he vivido a su lado. Si ellas están mal, yo estoy mal, aunque intento sacarle las mejores sonrisas del mundo, porque lo creáis o no, verlas sonreír es lo mejor que os puede pasar. Vosotros no sabéis lo que es que alguien se preocupe por ti como ellas lo hacen, no sabéis lo que se les puede llegar a querer, y es que nunca me cansaré de repetirlo, que son lo mejor que tengo. Hoy en día, no me arrepiento de haberlas conocido, que doy y daré gracias por cada dia que pase con ellas, porque mientras ellas sonrían, yo soy feliz. 

Jugar a no perderte, abrazarte fuerte, a quererte tanto que me duela.

-Y tú, ¿Qué quieres?
+Mmmmmm… Quiero tocar las estrellas, quiero una casa en primera línea de playa, quiero tener un pony…
-No, boba, sabes a lo que me refiero…
+Lo se, lo se.
-Pues venga, respondeme…
+¿Puedes repetirme la pregunta?
-¿Otra vez?
+Si, venga
-Esta bien… Y tú ¿Qué quieres?
+¿Qué que quiero? Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada mas abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos, quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reir, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde, que salgas únicamente para verme a mi, que no dejes de lado a tus amigos por mi, que vivas cada dia como si fuese el primero, que me digas te quiero cuando lo sientas, quiero vivir un sueño, nuestro sueño.

Y quiero tenerte cerca, tan cerca que no respire.

Tápate los oídos fuerte, fuerte, fuerte. Más fuerte todavía. ¿Oyes lo mucho que te quiero?

Una inocente mentira.

Sí, tenía una sonrisa en mi rostro, ya había empezado a olvidarte. Pero entonces te vi, te vi mas cerca de mi que nunca, vi una esperanza en tu mirada y un "te amo" oculto entre tus palabras. Tal vez no eran verdaderas señales, eran solo mis ganas de sentirme querida, querida por alguien tan incapaz de querer como tú. Tal vez solo quería tentar al destino y ver entre tu lágrimas alguna que fuera cierta y me demostrara que ante todo estábamos hechos para estar juntos. Pero, ¿Quién entiende realmente eso de amar? Quizás yo nunca te amé realmente, quizás solo amaba las ganas que tenía de ser yo quién te hiciera cambiar. O quizás amaba a mis ganas ciegas de creerte. Ahora, con un nudo en la garganta es que entiendo que nunca lo sabré, pués nunca estuve destinada a hacerlo.